El PUENTE DE RIALTO es uno de los cuatro puentes, junto al puente de la Academia, al puente degli Scalzi y al puente de la Constitución (llamado también Calatrava, por el nombre del arquitecto que lo concibió), que cruzan el Canal Grande.
El Puente de Rialto, de los cuatro, es el más antiguo y famoso y hasta 1854 era el único en cruzar el Canal Grande.
En origen, en 1181, fue un puente de barcos, sustituido luego, en 1250, tras la creciente importancia del mercado de Rialto, por un puente de madera, con una parte central móvil, que se levantaba para que pasaran los barcos más altos.
Posteriormente, se construyeron dos filas de tiendas a ambos lados del puente, los alquileres de éstas servían para el mantenimiento del puente. En 1444 el puente se derrumbó bajo el peso de una gran multitud reunida para asistir al cortejo de la esposa del marqués de Ferrara.
Se propuso entonces su reconstrucción en piedra y de entre los proyectos de grandes arquitectos, entre ellos Palladio, Micheangelo Sansovino y Vignola, se eligió el de Antonio da Ponte.
El puente se reconstruyó en base al precedente, con las tiendas a los lados y se considera uno de los puentes más bellos construidos y uno de los símbolos de Venecia.
Cuando Venecia era una potencia marinera, que navegaba y comerciaba en gran parte del mundo conocido, allí se detenían los grandes barcos mercantiles procedentes de numerosos países para descargar y vender sus mercancías al por mayor.